miércoles, 7 de abril de 2010

*Sueño*

Esta mañana soñé contigo. Fue un sueño tan extraño!!!!!

Soñé que había ido a verte, entré a un local bien entrada la noche (sabía que tu estabas allí). Recuerdo que miraba a todos pensando, "argentinos" y veía como la mayoría vestía de negro y muchos eran menores que yo (muchos).

Vi a un chica peleando con el novio. Yo estaba en la barra, no pedí nada, solo observaba desde ahí a toda la gente del local.

Me acerco a un señor mayor que se encuentra detrás de la barra y entre la música (no recuerdo que había, quizás algo disco), le pregunté por ti.

Me dijo que te llamaría y desapareció detrás de la barra a buscarte.

Al rato apareciste tu, saliste de tu torre de cristal y te acercaste a mi, sin decir palabra me abrazaste y estuviste así un rato, un rato largo, en el que bien pudieron entrar 30 abrazos normales.

Me dijiste un par de cosas que bien por la música o bien porque ya no lo recuerdo, no puedo traer a mi mente ahora.

Estuviste unos minutos allí conmigo y luego no estoy segura si me presentaste a un chico o simplemente el se acercó luego que te fuiste a continuar con tu faena laboral.

Creo que ahí si pedí algo de tomar, pero este chico me sacó a bailar. Recuerdo claramente que pensé "y es que de verdad sabrá bailar?" sin embargo no era tanto que el chico supiera bailar, sino que la música tampoco ayudaba.

Con este chico al lado hablando y hablando me puse de nuevo a ver el local. No era muy grande, había poca gente, la barra si era grande y tenía luces de colores bien vistosos, amarillo, naranja, rojo.

También había mucha gente detrás de la barra, eso me pareció curioso. Y de nuevo este chico a bailar... acepté y recuerdo que se sorprendió, yo que en mi país no se mover ni la pepa del ojo y este con mi "bailadita" ya se asombró y estaba emocionado.

Me cansó y le pregunté de nuevo por ti (ahí entendí que el de alguna forma te conocía o podía trabajar en el local). Hizo caras pero dijo que te iría a buscar. Como yo sabía que no lo haría me dirigí de nuevo a la barra para que te llamaran. De lejos me quedé mirando al chico argentino y me pareció un enanito a mi lado, o que cada minuto a mi lado, lo hacía más pequeño.

Un señor dijo que te buscaría y ahí saliste de nuevo.

Me abrazaste nuevamente, largo, intenso... ahí recuerdo que te miré mas detenidamente. Parecías algo más gordo que la última vez que te vi. Y había algo en tu ojos que me decía que algo había cambiado. Tal vez no eras tu, sino yo que ya no te creía nada. O quizás algo paso que hizo que ya no fueras el mismo. No me gustó verte.

Nuevamente intentaste hablarme. Dijiste una tontería como que te gustaba verme, o que te gustaría verme de nuevo, tratabas de tomarme las manos y hacer de ese momento algo importante. Recuerdo que pensé que era un buen momento para despedirnos de alguna forma, para tener ese momento que muchas veces me tiraste en cara que no tuvimos. Sin embargo, no te lo dije y me limité a decir: no digas estupideces tu sabes que yo no te creo nada.

No me soltaste de las manos, pero si te quedaste mirándome, quizás buscando a la chica que había conocido muy bien tiempo atrás.

Lo siguiente que recuerdo es mi salida del local, cuando ya estaba amaneciendo. Era realmente hermoso, tenía que bajar por una colina y me parecía super lindo. Era un hermoso amanecer.

A mitad de la colina me senté a descansar y pude ver a un grupo y escuchar sus comentarios mientras también bajaban y pasaban delante de mí. No sentí miedo, algo en mi cabeza me dijo que estaba en "La Recoleta" y que estaba segura. No sé por qué pensé eso, nunca he visto ni una foto de ese lugar, nunca he leído algo que me llevara a esa conclusión, para mi ese lugar es una simple burbuja que estalla a los segundos, es un lugar nulo para mi del cual no se absolutamente nada.

Me quede unos minutos mirando a mi alrededor, cuando no muy lejos vi unas personas y a la policía. De repente vi como cerraban una bolsa con una chica dentro. No pude ver el cadáver, pero algo en mí dice que era una chica, quizás porque si vi sus pies blancos y largos, bien arreglados, pies de una chica que cuida su aspecto.

Escuché cuando el policía llamaba al grupo que minutos antes paso delante de mí a preguntarles (a decirles) que tenían que brindar declaración. Ellos decían que no tenían nada que decir, yo les creo porque ellos venían detrás de mi y no pudieron ver nada.

Yo no quería declarar nada, aparte que (pensé) yo no he visto nada, así que decidí seguir mi camino.

A pesar que me preguntaba a donde iba, era como si dentro de mi supiera mi destino. Así que llegue a una casa, yo misma abrí la puerta y todo y encontré (a los que en ese momento entendí eran mis compañeros de cuarto) desayunando, y me invitaron a desayunar con ellos. Comprendí entonces que yo había viajado a Argentina y hasta había alquilado un piso con dos chicos (argentinos) y que de alguna forma conocía la ciudad aunque nunca antes hubiera estado en ella.

En ese momento pensé en si había ido por ti o había ido por otro motivo. Uno de mis compañeros de cuarto hizo algún comentario de estudios y entendí que posiblemente había ido a estudiar y que eso se traducía en que estaría mucho tiempo en esa ciudad, algo vino de inmediato a mi mente, y es que no quería volver a verte.

Me detuve a mirar donde vivía, me sentía pequeña en esa habitación y (por alguna razón) muy cercana al piso, como si fuera muy pequeñita. Recuerdo que el piso era blanco, yo había entrado por la cocina, y allí en el medio había una mesa en la que estaban desayunando mis compañeros de cuarto.

La mesa era algo rustica, de madera, y entrada una luz especial por las ventanas, esa luz hermosa y esa brisa suave que nos anuncia que tenemos un nuevo día para empezar. Y con esa sensación de empezar de nuevo, fue que desperté.

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